Injusticia Adolescente.

5:27 AM.
Mi hermana entra a nuestro departamento en puntas de pié y susurrando.
El ¿festejo? de San Patricio se ha hecho extenso, parece.

Mi Hermana -que es una desubicada innata con un poquito de cordura cada tanto- y La Bocona- voz de sapo en celo, buzón parlante y desalineado- de la Amiga comen algo en la cocina mientras los susurros suben de decibeles. Suben. Y suben. Van al baño, se rien, se miran en el espejo, tiran un colchón al suelo, se encierran en la pieza, gritos femeninos mezcla de risa y llanto, secretos, mentiras y verdades.

Yo no soporto más, aunque intenté taparme con un almohadón, cantar para adentro, concentrarme en otra cosa, pensar en nada y en todo; no puedo dejar de escuchar las estupideces de adolescentes descarriladas que chillan desde el otro dormitorio.
Me acerco a la puerta y con voz ronca y de mal humor grito algo como:
¿Pueden bajar la voz? - y la muy des-acertada de mi hermana contesta: No.
Hago odios sordos y me vuelvo a la cama, acaricio a la gata y me miento con un "ya pasará".

Intento analizarme y pensar porque me vuelven loca estas cosas, porque me repugna tanto la boca parlante, escandalosa y hueca de la amiguita. Pero no hay caso. Me mata.
Por momentos logro dormitar, pero algún murmullo imbécil me vuelve a despertar. La voz de sapo en celo comienza a fumar, el humo traspasa las rendijas de la puerta y entra a mi habitación invadiendo cuerpo, alma y sábanas.

Pienso en ir a decirles que llamé al 911 y que llegará la ley y el orden en cualquier momento con una orden por "ruidos molestos".
Pienso en tirar la puerta abajo de la habitación de mi hermana y decirle que no tiene códigos, que no valora mi esfuerzo de trabajo y estudio diario -ayer mismo rendí un final en mi facultad-
Pienso en decirle al buzón parlante que no la soporto. Que es una mal educada, desubicada e inconsciente.

Pero mientras pienso, pienso y pienso... la puerta de la habitación de mi hermana se abre y la bocona dice algo como: "Gooorda, te saco aguaa y una` galle` -la letra S no existe en su acotado diccionario-".

(¿El agua que compré yo esa misma tarde? ¿Las "galles" que pagué con mi sueldo dos días atrás?) Si, efectivamente.

Corrí a la gata suavemente y, enfurecida, me levanté de la cama.