Injusticia Inquilina.

Hay muchas cosas que odio.
Me ponen mal. Me deprimen.
Me cae mal la gente que me quiere hablar a la mañana. Sea en la parada del bondi o en el trabajo. Yo a la mañana no hablo.
Me angustia escuchar a mi vecina del 3º 13, con C5N al mango. Escuchando las estúpidas banalidades facistas que pasan en ese canal.
Me pone de mal humor perder el tren para ir a la facultad, que la gente me empuje en el bondi, los colados en las colas del super, los taxistas sabelotodos, los mocosos que van al jardín de infante.

Pero lo que más detesto en el mundo. Más. Más. Son las cadenas de mails. Ya sea con la imagen de jesús o para salvar a una niñita de Zambia; los odio.
Las cadenas de mails sin filtro, las envian personas que tienen menos personalidad que un trapo de piso. Aquellos que "tienen un tiempito" y le envian a toooda la lista un mail con fotos de una planta de plástico, un paisaje trucado y con una música tan berreta como la de las tarjetas electrónicas boom en las navidades noventosas.
Los que mandan Cadenas sin filtro te pueden mandar cualquier cosa desde un "Enviá este mail a todos tus contactos y ganate un viaje a Kuala Lumpur", o "Ganate ya 10 mensajes de texto si le mandas esto a tus contactos" o "Mira que lindo lo que aparece si reenvias esto a tus contactos -De verdad funciona -aseguran los nefastos".

Los que mandan estas cosas; son el mismo tipo de gente va al kiosco y, sin querer, gastan $53.25 en estupideces que nunca consumiran. Que sus hijos le perdieron todo tipo de respecto. Que sus compañeros de trabajo los quieren "por lástima". Que son buenazos pero bastante pelotudos también. Son personas que quieren que siempre se les recuerde con una sonrisa en la cara y por eso mandan estos mails; porque no tiene idea como decir Te Quiero a alguien que quieren, si no es por medio de un mail con corazones y bizarra música en decadencia. Por que no se animan. Por que son inseguros.
El mail cadena es la forma de decir; Acá estoy. Pero no lo suficiente como para que cuentes conmigo si me necesitas.


Con respecto a la profesiones es dificil determinar cuales NO respeto. Creo que, ciertamente, todas tiene algo noble. Por encima de mi top five se encuentra el panadero, sin dudas. Ídolo de ídolos.
Pero tengo algo muy raro con las maestras jardineras. Quizás porque les cuesta separar el trabajo de su vida personal, las maestras jardineras siempre serán mogólicas. Son las primas estúpidas de los profesores de educación física. Las hermanas infantiles de los docentes de música de primaria.
Las maestras jardineras no tienen nada que perder. Ni nada que ganar. Estarán 10 años en un mismo puesto, sonando narices de pendejos ajenos. Gritando para que se calmen. Lidiando con piojos y juegos pelotudos toda su vida. Luego tendrán sus propios hijos que mandaran al mismo jardín de infantes y también le limpiaran los mocos con el mismo desprecio que a los otros pendejos. Patético.
Lentas, apacibles, aburridas y gritonas. Admito que son buenas artesanas de elementos como la goma eva y las plasticolas de colores, pero esto no las redime.


Las relaciones sociales son difíciles de afrontar. Mas que nada cuando nos volvemos adultos. Padre-Hijos. Jefe-Empleado. Profesor-Alumno.
Casi todas me caen mal. Y en casi todas me siento incómoda. Pero la que mas aborrezco es, sin duda, la relación Locador-Locatario.
La relación entre dueño e inquilino es asquerosamente espantosa. Es boba. Es demandante. Tiene muchos deberes y pocos derechos. Es tensa, a veces. Es relajada otras tantas. Es lineal y demasiado jurídica par a mi gusto. Me hace sentir mal. Me descompone y un poco me divierte.


Si juntamos los mails en cadena que terminan con la imagen de jesús con una maetra jardinera y la relación dueño-inquilino; nos encontramos con Mxxxx Axxxxxx Txxxxx -la dueña de mi dpto-.
La bestia pop más patética, embolante y dependiente que conocí, y la que más me entretiene.

Injusticia Movistar II.

Tal como aseguré, continuo con mi relato sobre las penurias que me hace pasar la empresa que un día contraté para mi servicio telefónico.

Luego de muchas idas, vueltas, reclamos, charlas, desquites, enojos, mails y mensajes divertidamente quejosos en la pag web de la empresa, encontré una página -que todavía no sé si recomendar o no- llamada dereclamos.com.
Dado que tenía un textito armado y un discurso bien estudiado me hice usuaria y dejé mi reclamo a la espera de sonrisas por parte de los usuarios y algunas maldiciones de personas que se podían solidarizar con mi causa.

A la pocas horas me llegó un mail de una simpática representante de la empresa que con el paso de los días, aparentemente, me solucionó el conflicto y además me ¿regaló? una bonificación para los próximos dos meses.
Feliz por ser una buena consumidora y pelear por mis derechos, le conté a mis nuevos compañeros de teatro, a amigos y familia que la página en cuestión era un gran hallazgo. La recomendé e incentivé a todo el mundo para que se queje como corresponde.

Cuando llegó mi factura del mes de Abril de Movistar -casualmente el día de mi cumpleaños- el instinto asesino me salió por lo poros impetuosamente. La boleta no solo no tenía un carajo de bonificación sino que había unos largos y grandes números que no quería que me pertenezcan.
Como tenía invitados a cenar. Guardé la factura bien guardada y me retiré a cortar queso gruyere e inflar globos cromados.

El domingo a la noche no pude evitar las ansias de abrir nuevamente el sobrecito y leer lo que decía el hijodeputa Movistar. Chequee que los números erróneos sigan ahí y la mañana siguiente escribí un mail a la Srita que días atrás se había puesto en contacto conmigo.

Hoy me desayuno con la respuesta a mi correo. Su primer línea era la siguiente:

"En su línea luego de nuestra negociación -acaso no le quedó claro que era una súplica, mas que una negociación-, han solicitado el cambio de plan al: "Ahorro Comunidad Familiar." -¿ Quien lo puede haber hecho si yo soy la única y total usuaria de dicha línea?-
Claro que mas abajo se excusaba por el error y volvía a decirme que debía abonar solo $25.00 este mes por la supuesta bonificación.

Con mi furia en el cerebro y las manos sedientas de textualizar la ira le contesté el mail rogando que dé de baja ese plan (¿Hola? ¿No te das cuenta que no me interesa llamar a nadie de mi familia gratis porque nadie tiene el mismo código de área que yo?) urgentemente dado que bajo ningún concepto podía pagar $65 por mes en telefonía celular.
Agradeciendo la nueva-vieja bonificación, me despedí.

¿Me sigue tomando el pelo? ¿La empresa? ¿Sus representantes? ¿La concha de su hermana?
No quiero, ni necesito ninguno de sus estúpidos planes. ¿Aún no se dieron cuenta que quiero la puta bonificación solo para que cuando se me termine, sacar la línea y poner tarjeta prepaga?

Injusticia Natal.

Hoy cumplo años. 24.

Eso ya es injusticia suficiente como para que me pueda quejar.